viernes, 28 de enero de 2011

Crítica Hereafter


Hay directores de cine que son sinónimo de calidad, que en todos sus trabajos dan muestras de una genialidad sin límites y que año a año nos regalan grandes obras. Uno de ellos es Clint Eastwood, quien nos entrega su última película, Hereafter, el primer filme que tuve la suerte de disfrutar en el cine este año 2011.

La historia cuenta la vida de tres personajes en diferentes escenarios. En primer lugar tenemos a George (Matt Damon), quien tiene el don (o bien la desgracia como él cree) de poder comunicarse con los muertos. Pero como no le gusta tener esa habilidad, no la aprovecha y lleva una vida de tranquilidad y de aislamiento del resto del mundo. Esto transcurre en Estados Unidos. Mientras tanto en Francia vive Marie (Cécile de France), sobreviviente del tsunami que afectó al sudeste asiatico y quien con los meses aún sufre las secuelas sicológicas que le causó dicha catastrofe. Y en Inglaterra tenemos a los gemelos Marcus y Jason, quienes no llevan una muy buena vida producto del nulo cuidado que le ofrece su madre.

El como se va entrelazando estas historias, es lo que convierte a Hereafter en un gran filme. Injustamente ignorada en la temporada de premios, y menospreciada por la mayoría de los críticos, Eastwood se introduce de excelente manera en un tema completamente nuevo en su carrera, como es la vida despues de la muerte. Con un interesante guión del reputado Peter Morgan (The Queen), vamos viendo distintas miradas y conceptos sobre esta temática, desde la charlatanería de supuestos personajes que pueden contactarse con el "más allá", hasta como afecta en las personas el contacto con la muerte. Además da la idea la película de que existe algo más despues de nuestra vida terrenal, aspecto que debe estar inquietando al actor-director, pues ya con más de 80 años a cuestas, debe estar reflexionando que es lo que viene para él más adelante. Por lo mismo debe ser que en sus ultimos filmes, como Million Dollar Baby y Gran Torino, ya hay pinceladas en torno a este tema. Y como siempre, Eastwood logra realizar un muy buen trabajo, por ejemplo la escena del tsunami es visualmente maravillosa, con unos efectos que son totalmente creíbles, alejados de la exageración de un Roland Emmerich (2012).

Actoralmente, se logra un trabajo convincente en todo el cast. Cecile de France esta bastante bien, las pocas escenas de Bryce Dallas Howard son excelentes, uno de los puntos altos del filme es la presencia de la hermosa actriz. Los gemelos interpretados por los hermanos Frankie y Charlie McLaren están correctísimos, no se nota que es su primera incursión en el mundo del cine. Y para el final hay que destacar a Matt Damon que como siempre, realiza una notable interpretación. Es muy sutil en sus expresiones, tiene el don de parecer realista en todo momento, algo que siempre he valorado en el actor de la saga de películas de Jason Bourne. Damon se luce en pantalla, no vemos en pantalla a un personaje, sino a una persona, Mereció el actor tener varios reconocimientos por su rol en esta película.


Hereafter es todo un riesgo para Clint Eastwood, y si bien no triunfó en cuanto a crítica y premios, es un muy buen producto. Quizás no tiene el nivel de excelencia de Mystic River o Unforgiven, pero si es un nuevo punto alto dentro de la cinematografía del lóngevo cineasta. Y eso hay que reconocérselo totalmente, la infinita búsqueda de nuevas historias y nuevos escenarios a los 80 años de edad, es admirable desde todo punto de vista. Una mirada interesante sobre el tema de la muerte, que no cae en sensacionalismos ni en dramatismos exagerados, sino todo desde una óptica reflexiva, contemplativa y real. Y ese realismo se ve en el doloroso llanto de Bryce Dallas Howard, en la mirada perdida hacia el horizonte de Cécile de France, y en esa maravillosa conversación en la pieza del hotel entre Matt Damon y uno de los gemelos McLaren. Clint Eastwood una vez más nos demuestra el gran maestro que es.

Calificación: 8,5

miércoles, 26 de enero de 2011

Crítica The Switch

Hubo un tiempo en que la "novia de América" era Jennifer Aniston. La ex Rachel Green de Friends era la actriz preferida del público y la candidata para reemplazar en el mundo de las comedias a la eterna Julia Roberts. Además del éxito de la serie, poco a poco comenzó a incursionar en el mundo del cine, donde había actuado en sus inicios en uno de los filmes de terror más malos de la década del 90: Leprechaun. Posteriormente comenzó a intercalar papeles en cintas fallidas (Rock Star) y comedias interesantes (Office Space), hasta que sorprendió a la crítica en la muy buena comedia independiente The Good Girl. Parecía que Aniston se convertiría en la gran estrella, justo en momentos que Friends vivía sus últimos episodios con records de sintonía, y a su vez ella mantenía un romance con Brad Pitt. Era el mejor momento de su vida. Y personalmente esperaba que le fuera bien, pues disfrutaba enormemente con ella en la sitcom. Pero sus momentos de gloria se terminaron, sobre todo en el aspecto sentimental (gracias a Angelina Jolie). Es que salvo Bruce Almighty y en menor medida Derailed, nunca vimos a Jennifer brillar en pantalla. Jamás se consagró y empezó un peregrinaje por filmes que no le ayudaron a surgir como la gran estrella que sería. Y una de esas tantas obras es The Switch.

Kassie Larson (Aniston) quiere tener un hijo. Sin pareja y solo contando con el apoyo de su hermana (Juliette Lewis) y su mejor amigo Wally (Jason Bateman), no le queda más remedio a Kassie, que buscar un donador (Patrick Wilson) para poder lograr cumplir su anhelo de ser madre a través de la inseminación artificial, algo que no convence del todo a Wally. Sin embargo, Kassie cumple su cometido, convirtiéndose en la madre de Sebastian (Thomas Robinson). Y tras unos años, cuando Sebastian se convierte en un extraño niño, y comienza a interactuar con Wally, empieza la parte interesante del filme.

The Switch tiene un problema: nunca logra determinar que tipo de película es. Como comedia en sí no entretiene demasiado, en su variación cómica más cercano a lo romántico, no genera mayores momentos de intensidad o romanticismo. Y drama no es para nada. Es una especie de mezcla entre ambos géneros , el llamado dramedy, que sin embargo no genera mayor profundidad en su historia y no entrega a la vez tampoco grandes momentos. Algo positivo eso si, es que la narración de la trama logra en algunas ocasiones escenas de emotividad, principalmente en la relación entre Wally con Sebastian. Ese aspecto de la obra es lo mejor que está retratado. Pero el guión carece de un climax, o de situaciones que queden en la retina del espectador, es más bien todo plano. Y los personajes estan pobremente retratados.

En cuanto al nivel actoral, Aniston simplemente no genera nada en el espectador. Su personaje no logra encajar en ningún momento con la historia, siendo bastante pobre su participación. No se ve química entre ella con Sebastian y tampoco con Wally, como que Jennifer se preocupó solamente de aparecer en escena, y nada más. En los secundarios, están correctos Juliette Lewis y Jeff Goldblum, mientas Patrick Wilson nunca conectó con su personaje, haciendo una interpretación bastante pobre. Jason Bateman hace una correcta actuación, especialmente en los momentos cómicos, pero igual no destaca demasiado. Por su parte, el joven  Thomas Robinson es quien mejor parado sale, pues está de buena manera en cada una de sus particpaciones a lo largo de la película. Genera además una interesante complicidad con Bateman, sus movimientos a la par están perfectamente sincronizados.


The Switch es una película con bastantes defectos, tanto a nivel actoral (Jennifer Aniston principalmente), como en el guión, pero tiene algo que la hace digna de ver, que son las escenas entre Wally y Sebastian. Es que pese a que el guión no es de gran ayuda y que a Bateman le cuesta dar con el tono en los momentos dramaticos, se ve el intento de lograr crear un verdadero vínculo emocional entre ambos, lo que logra generar empatía con el espectador. La película tiene corazón, pero lamentablemente está oculto entre tantos desaciertos. Eso si. quien quiera ver una historia sencilla, como para pasar el rato y que deje una buena sensación, The Switch es una buena alternativa. Es el filme ideal para ver el domingo en la tarde, cuando no hay nada que hacer. Cumple con el mínimo proposito de entretener a medias, pero más allá que eso, no aporta nada nuevo al género. Y no ayuda en nada a Aniston a recuperar el situal de "novia de América" que nunca debió perder. Talento tiene, es hora ya que lo demuestre nuevamente.

Calificación: 4,5

domingo, 23 de enero de 2011

Predicciones Oscar 2011



Estas son mis predicciones para los premios de la Academia. No refleja mi opinión personal de quienes deberían ser las candidatas, sino quienes creo que serán las elegidas para el Oscar. Esta misma predicción fue enviada hace algunas horas para participar en el concurso de la comunidad bloggera "Nostradamus 2011", el cual está en el blog Cine Puro en el siguiente link por si a alguien le interesa participar: Concurso Nostradamus 2011

Mejor Película

127 Hours
Black Swan
Inception
The Fighter
The Kids are All Right
The King's Speech
The Social Network
Toy Story 3
True Grit
Winter's Bone

Mejor Director

Darren Aronofsky, "Black Swan"
David Fincher, "The Social Network"
Tom Hooper, "The King's Speech"
Christopher Nolan, "Inception"
David O. Russell, "The Fighter"

Mejor Actor

Jeff Bridges, "True Grit"
Jesse Eisenberg, "The Social Network"
Colin Firth, "The King's Speech"
James Franco, "127 Hours"
Mark Wahlberg, "The Fighter"

Mejor Actriz

Annette Bening, "The Kids are All Right"
Nicole Kidman, "Rabbit Hole"
Jennifer Lawrence, "Winter's Bone"
Natalie Portman, "Black Swan"
Michelle Williams, "Blue Valentine"

Mejor Actor Secundario

Christian Bale, "The Fighter"
Andrew Garfield, "The Social Network"
John Hawkes, "Winter's Bone"
Mark Ruffalo, "The Kids are All Right"
Geoffrey Rush, "The King's Speech"

Mejor Actriz Secundaria

Amy Adams, "The Fighter"
Helena Bonham Carter, "The King's Speech"
Mila Kunis, "Black Swan"
Melissa Leo, "The Fighter"
Hailee Steinfeld, "True Grit"

Mejor Guión Original

Black Swan
Inception
The Fighter
The Kids are All Right
The King's Speech

Mejor Guión Adaptado

127 Hours
The Social Network
Toy Story 3
True Grit
Winter's Bone

Mejor Película Extranjera

Biutiful (Mexico)
Dogtooth (Grecia)
In a Better World (Dinamarca)
Incendies (Canadá)
Life, Above All (Sudáfrica)

Mejor Película Animada

Despicable Me
How to Train Your Dragon
Toy Story 3

Mejor Película Documental

Exit Trought the Gift Shop
Inside Job
Restrepo
Waiting for Superman
Waste Land

Mejor Edición

127 Hours
Black Swan
Inception
The Fighter
The Social Network

Mejor Fotografía

127 Hours
Black Swan
Inception
The Social Network
True Grit

Mejor Dirección Artística

Alice in Wonderland
Black Swan
Inception
The King's Speech
True Grit

Mejor Vestuario

Alice in Wonderland
Black Swan
Burlesque
The King's Speech
True Grit

Mejor Sonido

Black Swan
Inception
The Social Network
TRON Legacy
True Grit

Mejor Edición de Sonido

Black Swan
Inception
Toy Story 3
TRON Legacy
True Grit

Mejor Banda Sonora

Alice in Wonderland
Inception
How to Train Your Dragon
The King's Speech
The Social Network

Mejor Canción Original

If I Rise, "127 Hours"
I See the Light, "Tangled"
Shine, "Waiting for Superman"
We Belong Together, "Toy Story 3"
You Haven't Seen the Last of Me, "Burlesque"

Mejor Maquillaje

Alice in Wonderland
The Fighter
The Wolfman

Mejores Efectos Especiales

Alice in Wonderland
Harry Potter and the Deahtly Hallows: Part I
Inception
Scott Pilgrim vs. The World
TRON Legacy

viernes, 21 de enero de 2011

Crítica 127 Hours


Hay ocasiones que una imagen de una película se convierte en un momento que queda en la retina de los espectadores, como ver a Linda Blair girando la cabeza en The Exorcist, o a Jack Nicholson con su demencial expresión en The Shinning mientras grita "Here`s Johnny". Cualquiera que haya observado algunos de esos dos filmes, recuerda totalmente esas escenas. En el caso de 127 Hours, sucede lo mismo, pero en este caso hay un plus, es una historia verídica, sabemos que esto ocurrió y que puede volver a ocurrir. El filme cuenta la historia del montañista Aron Ralston (James Franco), quien queda atrapado entre las rocas, al caerle una pesada piedra sobre el brazo. Asi comienza su lucha de 127 horas para poder escapar de allí. Y como lo logra realizar, es la gran escena que todos recordaremos por siempre.

Crear una película dentro de un escenario tan estrecho y con solo un personaje principal, es una tarea bastante compleja. Pero ya vimos el caso de Buried, por ende sabemos que se puede lograr un óptimo resultado y este es otro buen ejemplo de aquello. Tanto Danny Boyle que es el director y guionista de la obra, en compañía de su habitual dupla creativa, Simon Beaufoy, logran crear una obra que genera sensaciones en el espectador. Se sufre, se rie, se emociona, se reflexiona y se cae en la desesperación. La historia atrapa pues uno sabe que lo acontecido es real, y Boyle logra darnos esa sensación de que vemos algo verdadero, mientras nos divide la pantalla con dos o tres imagenes, dándole una agilidad visual excelente para una película que es complicadísima de darle dinamismo. A su vez no hay momentos de emotividad barata, o las típicas situaciones excesivamente drámaticas que nos suele inundar el cine. Acá hay un realismo que se siente. La fotografía y el montaje son excelentes, y la música está correcta, pero no es una gran maravilla tampoco.

Pero la película no sería tan intensa, sin la brillante performance de James Franco. El joven actor nos brinda su mejor trabajo a la fecha, entregando el alma en su personificación de Ralston. Es creíble en todo momento. Sus reacciones y conversaciones con la cámara no se ven falsas en ninguna ocasión y siempre mantiene una calidad interpretativa sutil e intensa a la vez. Franco da una de las mejores actuaciones de la temporada. 


127 Hours es una película potente, que dejará recuerdos en el espectador. El problema que tiene es que mucho de los flashback no tienen gran lógica e importancia, algunos son bastantes inconexos con el momento en que vive Ralston y le quitan ritmo a la película. Tampoco tiene mucha participación ni importancia las dos chicas que aparecen y comparten un rato con Aron, antes de que suceda el accidente. Se saca poco provecho a la situación del alejamiento de Ralston con la familia, no queda claro el porque de eso. Estos ciertos desajustes son los que no logran convencerme del todo con el filme. Es que me recuerda demasiado a Buried y siento que allí si se le saca el máximo provecho a la historia y no caen en otras situaciones externas o en el uso de más personajes, pues saben que lo clave es lo que acontence con Paul Conroy en el ataúd. Acá al involucrar otros aspectos, en momentos uno pierde la sensacion de desesperación que tiene el personaje de Franco. Pero en fin, igual 127 Hours es una interesante obra, con una dirección correcta y un guión que logra sostener mayoritariamente la historia. Pero por sobre todo, es la demostración una vez más, del potencial impresionante que tiene James Franco. Una excelente interpretación del ex enemigo de Spiderman.

Calificación: 7,5

jueves, 20 de enero de 2011

Crítica The Trotsky

Debo reconocer que hace una semana atrás no conocía la existencia de esta película. Es más, creo que muy pocos conocen este filme. Pero un día de estos ví que Jay Baruchel estaba nominado como mejor actor en película canadiense por la crítica de Vancouver, y eso me llamo la atención, pues conozco al actor solo por las comedias que a realizado, como Almost Famous y Fanboys por ejemplo, y son muy pocas las veces que un actor sea reconocido por su trabajo en una obra cómica. Así que, tras una rápida investigación de cinco minutos, decidí verla. Menos mal que lo hice. Es que de vez en cuando llegan filmes de los cuales uno no espera nada y gracias a eso, se disfrutan bastante. Con The Trostsky me sucedió eso.

Leon Bronstein (Jay Baruchel) es un joven idealista que se cree la reencarnación del fallecido líder soviético Leon Trotsky (el cual primero tenía como apellido precisamente Bronstein). Por ese motivo busca su propia revolución siguiendo los pasos del nombrado personaje. El problema es que no sabe en que centrar su lucha, hasta que debido a conflictos con su padre, es sacado de la escuela privada donde estudia y es derivado a un establecimiento público. Y allí es donde comienza la aventura revolucionaria de Leon y todo lo positivo de la película.

A simple vista, recrear toda la revolución bolchevique a la sociedad actual es complicado, principalmente en un país que tiene una de las democracias más potentes del mundo, como es Canadá. Y situar todo el contexto de la obra en pleno mundo de los secundarios, es aún mas difícil, pues tal como se afirma en la película, la juventud actual está tan desilusionada del mundo social-político, que no participa más allá. El filme plantea la duda si los jovenes están apáticos o bien, están aburridos, y por ese motivo no reaccionan ante nada. En ese sentido, el guionista-director Jacob Tierney realiza un arriesgado y brillante trabajo, con una obra a la cual se le valora o no, pues las temáticas que tocan no son para nada habituales dentro de la cinematografía actual, y menos dentro del género de la comedia. Quien quiera ver algo simple y que saque carcajadas, acá no lo encontrará. Pero si quiere ver una inteligente obra, con mucha crítica social y que da una reflexión interesante sobre la juventud actual, sacando a la vez más de una risa, tiene que ver The Trotsky. Tierney merece varios aplausos por atreverse con esta historia

Y el otro punto fuerte es la interesante actuación del joven Jay Baruchel, acostumbrado a papeles pequeños en comedias y que poco a poco a ido haciendose un nombre dentro de la industria del cine americano. Representar a un lider soviético de los años 20, en plena época globalizada, es bastante complejo, y Baruchel sabe tomar el peso de la película, haciendo una interpretación muy completa, especialmente tanto  a nivel de gestualización. como en posturas físicas. Mientras más minutos uno va viendo The Trotsky, más se valora el trabajo del actor. El resto del cast esta bien, cumple con su cometido.


The Trotsky es una película sin términos medios, se disfruta o no. Pero quienes disfruten con ella sentirán que es una de las mejores comedias sobre la época de la secundaria en los ultimos años, pues entrega una mirada fresca e inteligente sobre la juventud, enmarcado en un contexto tan surrealista como es que exista la reencarnación de un ícono del marxismo como es Leon Trotsky. Muchas de las situaciones pueden llegar a parecer pocos creíbles, pero si uno se entrega a la película, disfrutará bastante con ella. Una muy buena joyita del cine, que a pasado bastante desapercibida.

Calificación: 7

martes, 18 de enero de 2011

Crítica The Fighter



Siempre imaginé que The Fighter sería una obra que me gustaría, porque me gustan los filmes que se han realizado sobre el boxeo. Además se veía que contaba con un elenco de primer nivel. Eso sí, pensaba que sería la típica película sobre un deportista esforzado, que debe luchar contra mil cosas para poder lograr un título mundial y a la larga tener un final feliz. Como Rocky o Cinderella Man. Pero no, el filme del director David O. Russell tiene diferentes matices y conflictos, que logra crear algo completamente novedoso y bien estructurado, para una historia a la cual ya vislumbramos que final tendrá.
The Fighter trata sobre el boxeador Mickey Ward (Mark Wahlberg). De como su carrera está en el suelo producto de varios contratiempos que sufre debido a la intromisión de su numerosa familia, principalmente su controladora madre (Melissa Leo) y su hermano-entrenador Dickie (un inconmensurable Christian Bale), quienes son los encargados de manejar al boxeador. El problema es que los resultados no son los esperados por Mickey y empieza a dudar de mantener esta sociedad con su familia, justo en momentos que conoce a Charlene (Amy Adams), una joven trabajadora de un bar, la cual causa celos en la familia del deportista, pues ven como se aleja no solo un miembro de su clan, sino que también la única fuente de ingresos familiar. Y ahí es cuando empieza a relucir el trasfondo de The Fighter.

La película funciona por varios aspectos. En vez de centrar la historia en contar exclusivamente lo que sucede con Mickey y su carrera, que es lo habitual en este tipo de filmes, los guionistas se enfocan en los cuatro personajes planteados, y vemos como cada uno de ellos han sufrido una vida poco afortunada. Todos luchan contra sus propios demonios y buscan salir adelante. Es una historia de redención familiar, donde todos tienen diferentes motivos por los cuales han pasado malos momentos, pero tienen algo importante en común, si Mickey logra sus propositos, no solo gana él, sino ganan en conjunto. Él es la clave, es lo que puede hacer que todos den un giro en 180 grados y comiencen a sonreírle a la vida. Y para lograr ello, tienen que enfrentar primero todos los obstaculos que tienen en frente y dar la pelea a la vida. No solo el personaje de Walhberg debe batallar, sino que todos, y eso logra que los cuatro protagonistas de la película se luzcan en sus papeles y permitan crear una obra que en ningún momento decae, ya que hay suficiente material en el cual manejarse. Esa es la gran virtud del guión, el no ser exclusivamente una película de boxeo, no se queda en lo fácil y simple. Y es la gran virtud también de David O. Russell, quien plasma todo en pantalla de manera excelente.

Y lo más rescatable está en materia actoral. Tanto una notable Melissa Leo, como Amy Adams, quien deja de lado su habitual inocencia en sus roles, para darnos una excepcional interpretación, diferente a todo lo que había realizado previamente en su carrera. Christian Bale recrea de manera perfecta a Dickie, demostrando que tiene dotes para la comedia que no se notaban debido a su tendencia a papeles más serios y oscuros en obras como Batman o The Machinist. Su interpretación es en mi opinión, la mejor del 2010 en materia actoral masculina. Y si bien Mark Wahlberg es lo más bajo, su performance es bastante correcta. Eso sí, gracias a él, y bajo el apoyo de su productora, se logró llevar a la pantalla la vida de Mickey Ward y la de toda su familia, asi que es aplaudible todo el esfuerzo que realizó para lograr la existencia de The Fighter y dejar vivo el legado de los Ward-Eklund .

Como conclusión, quizás The Fighter no sea del agrado de todo el público, pues no sigue la tendencia similar de los filmes de boxeo y no se ven grandes escenas de combates, sino es más que nada un drama familiar y toda una lucha de egos, celos, envidias y conflictos que se van resolviendo a medida que pasa el metraje. Y si bien el final es previsible, es bastante alentador el mensaje que da. Una excelente obra, que lamentablemente le tocó competir en un muy buen año en el cine estadounidense, por lo cual no recibirá toda la atención y loas que se merece.


Calificación: 9

martes, 11 de enero de 2011

Crítica Scott Pilgrim vs. The World


Michael Cera tiene un personaje típico que viene repitiendo de película en película. Es el joven tímido, enamorado siempre de quien no le corresponde. Para las mujeres, es dulce, tierno. Para los hombres, es un poco loser. Todos sus papeles son en base a este arquetipo, desde su aparición con 14 años en la mejor serie que he visto en mi vida, Arrested Development, hasta Scott Pilgrim vs. The World, su última experiencia en el septimo arte.

Cera personifica al protagonista de la historia, que tiene las características ya mencionadas en el primer párrafo. Es integrante de un grupo musical, vive en una casa junto a su mejor amigo gay y está enamorada de la nueva chica linda del lugar, Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead). Y pese a que tiene novia, solo desea a Ramona, quiere tenerla a su lado, cosa que consigue, pero debido a eso viene un problema mayor, deberá vencer a cada uno de los siete ex novios de ella en diversas peleas, para poder estar feliz con ella. Y las ex parejas no son para nada recomendables de tenerlas como enemigos.

La mayor gracia de la película es su atractivo visual. La obra es una adaptación del comic del mismo nombre, y es bastante fiel a él, desde la temática, la forma de ser de los personajes y en como se ve en pantalla lo que sucede, muy en el estilo comic. Todo un acierto del director Edgar Wright, quien a su vez es uno de los co-guionistas del filme. Esa doble función es la que lo ayuda a dar el 100% de sí en Scott Pilgrim, pues la idea que tiene concebida en su mente, es la que finalmente se expresa en la pantalla. Las escenas de las peleas son maravillosas, el tratamiento que se le da a los colores, la excelente banda sonora a cargo de Beck, todo se confabula para crear toda una experiencia espectacular. En mi opinión, creo que nunca una película se sintió tanto como un auténtico comic, como se da en este caso. Lo de Wright es notable sin lugar a dudas.

En materia actoral, Cera como siempre sigue en lo suyo, no hay nada de que sorprenderse pues no experimenta ningun cambio a como lo vimos en Juno o en Nick and Norah's Infinite Playlist. Pero hay algo que se le debe reconocer: hace de manera excelente este tipo de papeles. Es su gran virtud como actor, y se la debemos reconocer, aunque siempre piense que veo a George Michael (su personaje en Arrested Development), pero con unos años más. Y los secundarios están en un buen nivel también, destacando en mayor medida a la siempre interesante Anna Kendrick y a ese joven, subvalorado y gran actor que es Kieran Culkin , quien realiza de maravillas su papel de Wallace, el ya mencionado mejor amigo de Scott Pilgrim. El resto también aporta, como son los casos de Jason Schwartzman, Brandon Routh (¿alguien se acordará que fue Superman hace poco tiempo?), Chris Evans, Brie Larson y Mae Whitman. Ella es un caso aparte, porque hizo durante dos temporadas de novia de Cera en la sitcom ya mencionada anteriormente, y ahora la vemos de golpes con su ex amor televisivo. Lo más bajo es Winstead como Ramona, ya que para ser el gran amor del protagonista principal, no brilla mucho en realidad.
Scott Pilgrim vs. The World es una buena película. Quizás en momentos su ritmo decaiga, y a la vez puede que el final no este al nivel del resto del metraje, pero como resultado global, está muy bien. En una temporada donde las comedias no han brillado mucho, este es uno de los títulos imprescindibles de ver para los amantes de este género, pues son 112 minutos de pura diversión.
Calificación: 6,5

Crítica Somewhere



Películas en las cuales el protagonista está totalmente perdido y se cuestiona toda su existencia, hay muchas. La novedad es que en este caso, quien sufre de este problema es una estrella de cine. El nuevo filme de Sofía Coppola nos muestra que no siempre la fantasía que tenemos de ser un gran actor de Hollywood, es sinónimo de una vida plena y feliz. De esto trata Somewhere.

Johnny Marco (Stephen Dorff) es una de las mayores celebridades en el mundo del séptimo arte. Vive en un lujoso hotel, pasa en fiestas o en la cama con diversas mujeres. Pero en el fondo no es feliz, siempre tiene una mirada de disconformidad con su vida, pero no hace nada por cambiarlo, sigue sumergido en esa rutina diaria. Sólo cuando va a visitarlo su hija Cleo (una dulce Elle Fanning), fruto de una relación pasada, recupera la sonrisa en su rostro, ya sea por un breve lapso de tiempo. Con ella se siente más pleno, realiza más actividades y sonríe de verdad. Pero cuando ella se marcha, vuelve a sus andanzas habituales y a ese letargo en el que transcurren sus días. Hasta que por una circunstancia de último momento, deberá pasar un tiempo mayor con su hija. Y pese a una leve sensación de incomodidad en un principio, gracias a esa mayor cercanía con su primogénita, aprenderá que es lo importante en realidad en la vida.

Somewhere no ofrece demasiados aspectos novedosos en verdad, pues es común este tema en el mundo del cine. Coppola nos brinda un guión que no logra brillar en demasía, sin cambios de ritmo ni momentos de mayor emotividad, sino todo es una narración plana y en la cual adivinamos lo que pasará a futuro. Su dirección tampoco es muy destacable, siendo solo regular. Si no remitimos solo a estos aspectos, el filme de la realizadora de Lost in Traslation, no sería una película atrayente, y su visionado no causaría una impresión muy positiva que digamos, al extremo de ser totalmente prescindible. Además pese a contar con una banda sonora a cargo del excelente grupo francés Phoenix, tampoco se le da una importancia mayoritaria a la música. Pero Somewhere tiene algo que atrapa, y que hace que su monotonía sea digerible para el espectador, y eso son sus dos protagonistas.

Stephen Dorff está correcto como Johnny Marco. Pese a tener encima un guión que no lo ayuda mucho en la construcción de su personaje (algo que a sido mencionado reiteradamente en las críticas efectuadas por otros bloggeros), el actor da el máximo de sus capacidades para hacer una performance creíble dentro de lo que puede hacer, donde es susceptible a la vista poco a poco como su personalidad va variando a medida que pasa más tiempo con su hija. Y brilla en las escenas junto a Elle Fanning. La química entre los dos es maravillosa, pareciera que ambos se conocieran durante años y tuvieran varias obras en conjunto en el cuerpo. Los gestos entre ambos, sus miradas y sus sonrisas son de una complicidad que impresiona. Cada escena entre los dos es visualmente atractiva, pese a que el dialogo muchas veces no sea el mejor. Y Fanning esta increíble, transmite una simpatía y un angel en pantalla, que pocas veces se ve. Le imprime un sello de inocencia a su personaje que es palpable, si sus ojos brillan cuando está pasando buenos momentos junto a su padre. Dentro de lo mejor del año en cuanto a actuaciones femeninas. Ojo además con los breves cameos de dos destacados y talentosos actores.
Somewhere es una película que se tiene dos puntos de vista. En el ámbito relacionado con Sofía Coppola, decepciona. Sabiendo el talento que tiene la cineasta, hija del gran Francis Ford Coppola, claramente este no es un avance para su carrera. De ella se espera mejores resultados y es hora de que demuestre el potencial que se le vió en Lost in Traslation, en otras realizaciones. Pero también tiene una mirada positiva gracias a la labor actoral, principalmente en la química de Dorff con Fanning, y en la excelente interpretación de la hermana menor de Dakota. Gracias a ellos, Somewhere merece la pena ser vista.

Calificación: 5,5

lunes, 10 de enero de 2011

Crítica Easy A


Me encanta Emma Stone. Desde que vi Superbad, la tengo en mi lista de actrices preferidas y de amores platónicos. Y con The Rocker y Zombieland, fue aumentando paulatinamente. Es que amo a las colorinas. Pero poniendome más serio, también es una buena actriz, una de las tantas de la generación de actrices jovenes que aparecieron en Hollywood recientemente, como Jennifer Lawrence y Carey Mulligan. Por lo mismo, tenía enormes ganas de ver Easy A. Y el resultado final a sido positivo.
Olive (Emma Stone) es una joven sin mucha suerte con el sexo masculino, lo cual le está causando problemas ya que mientras su mejor amiga le cuenta lo que sucede en su vida afectiva, ella no tiene nada que contar, por lo que decide inventar una falsa relación. Lo malo, es que una mentira lleva a otra. Por ende, lo que parecía una inocente historia falsa al inicio, termina gradualmente convirtiéndose en una gigantesca sumatoria de rumores sobre la vida sexual de la colorina estudiante secundaria.

Easy A es una comedia refrescante, de lo mejor en este género durante el 2010 que recien finalizó. El guión es original, involucrando muchas temáticas que son bastante conocidas en todas las películas juveniles, como el inicio de la sexualidad, la rivalidad femenina, los amores difíciles de conseguir, la crisis de identidad sexual y la crueldad entre los estudiantes, pero todo es abordado de una manera inteligente, que da tanto para reír, como para reflexionar. Además están muy bien introducidas todas las menciones y homenajes al cine de John Hughes, máximo referente en este tipo de género, que se dan durante el metraje. La forma en que esta narrada la historia es muy atractiva, gracias al excelente trabajo del director, quien logra darle una agilidad visual interesante a la obra. Destacable totalmente, considerando que es el primer guión de Bert V. Royal, y la segunda realización del cineasta Will Gluck, tras la entretenida comedia sobre porristas, Fired Up!

Pero lo mejor es el elenco. Emma Stone carga con éxito todo el peso de la película y lo realiza con creces. Tiene un desplante en pantalla impresionante, sabe cuando realizar el gesto o el realce humorístico a la escena, siempre en el momento preciso y nunca cae en la sobreactuación. Tiene un talento incuestionable para las comedias. Y los secundarios son de un primer nivel. Stanley Tucci es el único que puede hacer un papel tan caricaturizado y que logre tener buenos resultados. El matrimonio compuesto por Lisa Kudrow y Thomas Haden Church es muy entretenido de ver, principalmente por parte de la ex Phoebe de Friends, quien nos da nuevamente pinceladas de maestría para hacer reir, como nos enseñaba años atrás en la famosa sitcom. Malcolm McDowell cumple, pero no al mismo nivel del resto del elenco, caso similar a Amanda Bynes, quien es lo más bajo del cast. Y para el final dejo a una Patricia Clarkson que se roba la pantalla con cada una de sus intervenciones. Tiene una química increíble tanto con Tucci como con la protagonista, y los mejores momentos son las escenas en que ella aparece. Quedé con ganas de verla durante más minutos.
En resumen, Easy A debe ser la mejor comedia del año que recién nos dejó. Esta versión moderna del libro "La letra escarlata" es una película imprescidible para todo público con un mínimo de buen humor. Es liviana, original, sencilla e inteligente a la vez. Está hecha para el lucimiento total de Stone, la cual aprovecha la oportunidad cabalmente. Y dentro de unos meses se estrenará la comedia "Friends with benefits", donde una vez más Emma compartira pantalla con Patricia Clarkson y será dirigida por Gluck. Esperemos que el resultado sea tan satisfactorio como este.
Calificación: 7,5

jueves, 6 de enero de 2011

Crítica The Social Network

Mientras veía la película, tenía abierto Facebook. Mientras escribo esto, tengo abierto Facebook. Mi página mas visitada es la de esta red social, que se convirtió de un día para otro en un fenómeno de gran importancia a nivel global. No tener un perfil es casi no existir como ser humano. Las mayorías de las relaciones actuales tienen como un pilar importante las interacciones que se producen en el invento de Mark Zuckerberg. Por ende, es de gran importancia saber como se originó todo esto y quien lo creó. Y todo esto lo vemos en la gran favorita para ganar el Oscar a Mejor Película: The Social Network.

La historia narra como tras una desilusión amorosa, un joven Mark (Jesse Eisenberg) va desarrollando paso a paso, la idea de crear algo único, que lo convierta a él en alguien importante. Necesita eso para que Erica (Rooney Mara), la chica que lo dejó, lo respete. Lo requiere para que los chicos ricos de Harvard lo miren con otros ojos, y asi lo inviten a sumarse a alguno de los prestigiosos clubes, honor que reciben solo algunos exclusivos y pocos alumnos. Y lo más importante, debe crear algo para alimentar su propio ego. Así comienza un camino que lo llevará desde un posteo lleno de rabia contra Erica en su blog, a terminar creando la web número uno del mundo, Facebook.

Antes de continuar, debo reconocer que tenía enormes dudas sobre la viabilidad de este proyecto. Cuando supe que David Fincher sería el director de un filme sobre Facebook, pensaba "¿Qué tiene de interesante hacer una obra sobre esto?" Y no obtenía respuesta. Tras ver TSN todas las dudas se disipan apenas comenzada la película con esa genial escena entre Mark y Erica. La brillantez de la conversación era notable, era ágil, rápida e ingeniosa. Y las dos horas son así, una sumatoria de dialogos inteligentes, que requieren de toda la concentración del espectador para dejarse llevar por la excelencia del guión de Aaron Sorkin. El genio detrás de la aclamada serie The West Wing, y de la magnífica y subvalorada Studio 60 on the Sunset Strip, realiza un trabajo que será material obligado de estudio para las próximas generaciones de guionistas. No decae en ningún minuto, se mantiene en un nivel alto el guión en todo momento, como pocas veces se ve en el cine.

Y Fincher logra coronar su mejor obra a la fecha. El director pudo haber tenido más de algún inconveniente para plasmar en pantalla una película, que si bien tiene una base sólida en el trabajo de Sorkin, requiere mantener la atención del espectador en todo momento, y tanta conversación puede generar más de algun inconveniente en la concentración del público. Pero eso nunca acontence, pues el cineasta sabe manejar los tiempos de su filme. Va aumentando la tensión de la obra minuto a minuto y sabe mantener el atractivo visual, como la escena de la carrera de remos, un auténtico deleite para los ojos. La narración es excepcional, similar en lo que era, señalándolo como opinión personal, su mejor realización a la fecha, Zodiac.

Digno de destacar además es la excelente banda sonora creada por el líder de Nine Inch Nails, Trent Reznor, más la compañía de Atticus Ross, quienes experimentan en todo momento musicalmente, logrando generar el ambiente acorde a cada situación que acontece en TSN. En el ámbito actoral, Eisenberg lleva de manera excelente el peso de la película todo el momento. Demuestra el carisma y caracter retraído frecuente que realiza normalmente en sus papeles (Adventureland y Solitary Man por nombrar algunos ejemplos), pero acá también logra algo que no había demostrado antes, que es una gestualización impresionante. Su mirada es en todo momento, similar al instante del rompimiento con Erica. Pase lo que pase, ría, sea irónico o este concentrado a full en su trabajo, detrás de toda esa frialdad se ve latente la pena y la desazón por no poder lograr su mayor anhelo, estar con la mujer que él quería. La imagen final es la mayor muestra de aquello. El cantante-actor Justim Timberlake esta bien en su rol de Sean Parker, imprimiendo un carisma desbordante en pantalla. Los pocos minutos de Rooney Mara son excepcionales, en escenas que están dentro de lo mejor de The Social Network. A ellos, hay que sumarles un grandioso Andrew Garfield como Eduardo Saverin, el mejor amigo y futuro rival de Zuckerberg. Su papel es el que tiene los momentos de mayor tensión en pantalla, en los cuales se ve el egoísmo y la traición latente en un mundo donde la competitivad es pan de cada día y cada uno solo se preocupa de lograr triunfos y resultados favorables solo para el beneficio de uno mismo. Eso es lo que sufre Eduardo de parte de su socio. Y todo eso que vive el personaje, Garfield lo reluce con una maestría digna de admirar en un actor tan joven. Hay que tener todos los ojos puestos en la carrera de este novel interprete.



En resumen, The Social Network es la película que refleja con mayor exactitud el vivir de nuestra generación. Todo nos parece tan reconocible, pues tiene todo con lo que vivimos en la actualidad: las redes sociales, los blogs, el mail, los mensajes de texto, más todos los defectos que tiene el tipo de sociedad en el que vivimos, el individualismo, la deslealtad y la envidia, por ejemplo. Su único pero puede ser la poca empatía que causan los personajes hacia el espectador, no es una obra donde uno se pueda indentificar con alguien en particular. Pero si, uno identifica lo que sucede en pantalla, lo entiende, sabe de lo que se habla. Y esa es la principal virtud de la obra, con algo tan simple que pudo haber sido la historia de Facebook, termina siendo todo un estudio de como es la sociedad y la vida en pleno siglo XXI. Estoy seguro que en 100 años más, para comprender esta época, verán The Social Network.

Calificación: 9,5

miércoles, 5 de enero de 2011

Crítica Dinner for Schmucks


Primero que todo debo señalar que ví Le diner de cons o más conocida como La cena de los idiotas, comedia francesa de 1998 dirigida y escrita por Francis Veber, y la cual considero que es la mejor comedia de la década del 90. Como en Estados Unidos escasea la creatividad en el cine, especialmente en las comedias en los últimos años, llegó el turno de hacer el remake de este éxito del cine francés.

La película cuenta la historia de Tim (Paul Rudd), ejecutivo de una compañía que recibe la buena noticia de que será ascendido a un puesto entre los principales directores de la empresa. El problema es que primero debe acudir a una cena que acostumbran realizar los integrantes de la plana ejecutiva, en la cual todos invitan a un "idiota" para reirse de ellos. Así que Tim deberá buscar uno para poder dar una buena impresión y lograr tan ansiada recompensa. Y justo por azar, su camino se cruza con el de Barry (Steve Carell), quien justo calza en el perfil de persona que el protagonista necesita.

El gran problema de una adapatación de una obra ya realizada, es que quieran o no, aparece la comparación, y en este caso, Dinner for Schmucks sale perdiendo por goleada. No haré mayor comentario del filme galo pues espero realizar una reseña sobre ella más adelante, por lo tanto me remitire solo a comentar su remake. La película no genera demasiadas risas, se hace exageradamente larga (mínimo debió durar 30 minutos menos) y las actuaciones no destacan. No sabe aprovechar de buena manera el excelente guión que escribió Veber, y la variación que hacen los estadounidenses para realizar algo más diferente, que tenga vida propia, no termina de encajar del todo. Es muy correcta políticamente hablando, por lo cual la supuesta "idiotez" de los personajes no es aprovechada. En vez de ser parte importante, termina siendo solo algo anécdotico, que no causa demasiada gracia.

El director Jay Roach (el mismo de Meet the Parents) no sabe aprovechar el excelente cast que tiene a mano, demostrando una vez más que no logra buenos resultados con las comedias, siendo su única obra interesante a la fecha el film de tintes políticos para la televisión Recount. Zach Galifianakis realiza de mala manera su personaje secundario, no resulta creible para nada, caricaturizándolo al máximo, sin generar mayores risas. Paul Rudd está como siempre, no brilla ni desentona. Lo único rescatable resulta ser Steve Carell. Sin lograr brillar, crea un personaje ingenuo y querible, del cual uno se rie no de él, sino de las situaciones que le suceden, manteniendo siempre a Barry con la frente en alto, pase lo que pase. Sabe darle una personalidad propia, diferente al de la versión original. El problema es que el guión no lo acompaña, por lo cual no permite un mayor lucimiento de sus cualidades como comediante. Lucy Punch, quien goza de pocos minutos en pantalla, es el segundo punto bueno del filme. Pero más allá, no hay que destacar.


En síntesis, si no ve Dinner for Schmucks, no se pierde nada del otro mundo. Recomendable solo si no a visto la película original y si es fan de Steve Carell. Pero ya es hora de que el actor de la serie The Office empiece a elegir mejor sus papeles, pues si sigue realizando obras como estas, no demostrará nunca del todo en la pantalla grande las condiciones de sobra que tiene, para convertirse en la gran estrella de la comedia norteamericana.

Calificación: 3

martes, 4 de enero de 2011

Hasta Siempre Pete



El destacado actor inglés Pete Postlethwaite nos acaba de dejar. El que fuera alguna vez nombrado como "el mejor actor del mundo" por Steven Spielberg falleció a la edad de 64 años debido a problemas causados por un cancer testicular que padecía hace más de 20 años y del cual nunca se pudo recuperar a plenitud.

Era integrante de la prestigiosa compañía londinense Royal Shakespeare Company y fue compañero de generación de dos grandes de la actuación británica como son Bill Nighy (el gran Billy Mack de Love Actually) y de Julie Walters (la maestra de Billy Elliott). Su mayor logro fue recibir una nominación al Oscar como actor de reparto el año 1993 por la película In the Name of the Father, donde personificó el rol del inolvidable y querido Guisseppe Conlon.

Trabajó en películas como Romeo + Juliet, Amistad, Jurassic Park 2: The Lost World, The Constant Gardener y en Inception, entre otros filmes. Su última actuación la veremos este 2011 en Killing Bono, comedia juvenil inglesa basada en los años 80, donde dos hermanos deciden no seguir tocando en el grupo que integran junto a otros amigos. Una malísima desición pues termina la banda convirtiéndose en U2. En modo de homenaje, destacar los tres papeles que más me han gustado de este excelente interprete:


3º Lugar: The Town
Fergus "Fergie" Colm




2º Lugar: The Usual Suspects
Kobayashi


1º Lugar: In the Name of the Father
Giusseppe Conlon

domingo, 2 de enero de 2011

Crítica Buried



Hace unos días se informaba que Chris Sparling, el guionista de Buried, había enviado una carta a los miembros de esa rama de la academia, pidiendo que votarán por su trabajo. Este es un extracto:

Estimado Guionista:


Imagine: Usted debe escribir un guión para un largometraje con un solo personaje en la pantalla. Este personaje permanece en un solo lugar durante toda la película, que es una caja de madera. Usted no puede usar flashbacks o cualquier otro instrumento narrativo que le lleve fuera de esto.


Y la película y el guión reciben los máximos elogios de la crítica, y fue premiada como Mejor Guión Original por la National Board of Review. ¿Suena imposible? No lo es. De hecho, todo esto describe exactamente lo que a conseguido Buried.


Tras acabar de verla, veo que Sparling tiene la razón. El filme cuenta la historia del contratista civil estadounidense Paul Conroy (un sorprendente Ryan Reynolds), el cual es secuestrado en Irak, donde trabaja transportando en camión suministros alimentarios, por una tropa de insurgentes quienes lo entierran bajo tierra dentro de un ataúd. Y teniendo a mano solo un celular con poca batería, más un encendedor, debe luchar por sobrevivir bajo tan asfixiante y aterradora situación.

Una película que cuenta con solo un personaje en pantalla, en un escenario tan mínimo como es en el que se encuentra Conroy, uno al principio duda de que se logre mantener la concentración y el entusiasmo del espectador en el filme durante los 90 minutos de duración. Pero Buried lo logra sin problemas. Pues el guión de Chris Sparling es sobresaliente, logrando mantener una tensión que va in crescendo en todo momento, merced a algo que el mismo autor señala en su cuestionada misiva: "este año he visto grandes películas, pero ninguna logro tanto con tan poco". Y eso es verdad. Pues además de la historia central, en el fondo se realiza una gran crítica a la sociedad, esa donde nadie se da el tiempo de escuchar o ayudar al prójimo, a la burocracia imperante en todo tipo de acciones que uno quiere realizar, y al egoísmo y total deshumanización del mundo empresarial y político. Paul Conroy no es solo un ciudadano común y corriente que debe luchar por su vida contra las inhóspitas condiciones en las cuales se encuentra, sino que debe también batallar contra todo el mundo, en una guerra donde claramente se encuentra en una desventaja absoluta.

El director español Rodrigo Cortés logra de manera excelente plasmar toda la angustia, rabia y desazón en la que se encuentra sumido el protagonista. La sensación de claustrofobia es permanente en uno desde el primer y hasta el último minuto del metraje. Es de aplaudir la utilización de diferentes ángulos para filmar la posición del cuerpo de Paul en el infierno en que vive, la soledad en que se encuentra y lo estrecho del lugar en el que está atrapado, con lo cual logra imprimirle un ritmo ágil y dinámico a la filmación. Cortés logra sacar adelante con máxima distinción una tarea que a priori se veía muy compleja de realizar.

Y finalmente hay que destacar la excepcional labor de Ryan Reynolds. Conocido por sus papeles en comedias romanticas como The Proposal o Just Friends, el actor canadiense tiene todo el peso de la historia sobre sus hombros y no se hace problema alguno. Logra crear un personaje absolutamente creíble en todo momento, en sus reacciones, gestos y comportamientos acorde a la situación complicada en la que se enfrenta. Un trabajo difícil de realizar debido al gran esfuerzo físico y sicológico que demanda el rol. Debo reconocer que dudaba en un principio de las capacidades de Reynolds para afrontar de buena manera este papel, pues si bien le reconocía su carisma en pantalla y que cada día elegía de mejor manera sus proyectos, le veía ciertas deficiencias cuando le tocaba realizar interpretaciones de mayor complejidad. Pero acá demuestra (y me demuestra a mi a la vez) que tiene el talento suficiente para ejercer distintos tipos de papeles y que debe empezar a ser visto desde ahora con otros ojos. Es de esperar que a futuro se pueda consolidar como un gran actor. Al menos a mi me convenció ya que puede lograrlo si se lo propone.



En definitiva, Buried es una pequeña gran película. De esas sorpresas que aparecen todos los años que nos demuestran que no es tan necesario gastar millones de dólares en tecnología en 3D, o en efectos especiales de primera calidad para poder impresionar al público. Que contar con un buen guionista, un excelente director y una actuación destacada, es lo más importante para poder obtener un buen producto final. Así que vale la pena destacarlo una vez más, Chris Sparling en su carta decía absolutamente la verdad.
Calificación: 9