Estaba ansioso por ver Source Code. Es que después de ver esa genialidad de la ciencia ficción del año 2009 llamada Moon, sabía que las esperanzas de los amantes de este género cinematográfico estaban puestas en Duncan Jones. Un trailer interesantísimo, un elenco de buen nivel y la reputación alcanzada por el novel cineasta, hacían que este filme fuera uno de los más esperados por quien escribe, lo cual es positivo y negativo a la vez; podría disfrutarla mucho o sentir que las expectativas eran muy altas. Finalmente para mi agrado ganó la segunda alternativa, el hijo de David Bowie nos regaló otra excelente obra.
Colter Stevens (Jake Gyllenhaal) abre los ojos y se encuentra sobre uno de los veloces trenes que recorren el territorio estadounidense. Y mira con rostro sorpresivo que una atractiva y desconocida mujer (Michelle Monaghan), le conversa como si lo conociera de toda la vida. Él se encuentra contrariado, confundido, desconcertado. No sabe porque está allí, por que ella está con él y ocho minutos después de encontrarse en ese estado de incertidumbre, se produce una explosión falleciendo todos los pasajeros del transporte. ¿El fin de la película?, para nada. Pocos minutos después vemos la misma escena nuevamente.
Source Code nos presenta una historia que se nutre de la ciencia ficción, pero que no nos entrega una historia densa, complicada, sino que prefiere sumergirnos en un relato ágil, dinámico, que involucra acción, suspenso, romance, pero en dosis exactas, logrando ser un filme accesible para todo espectador, no solo para los amantes del Sci-Fi. Es bastante destacable el guión de Ben Ripley, porque no nos introduce en un mundo complicado de entender, donde tengamos que pasar minutos analizando las cosas que suceden, sino que nos regala algo que todos podemos entender rápidamente y que, gracias a eso, solo nos dediquemos a disfrutar los 93 minutos de duración del filme. Y el gran responsable de que terminemos viendo algo que nos agrada y disfrutamos, es justamente el director, Duncan Jones. El inglés da un nuevo paso en su ascendente carrera brindando una obra interesante, completa y más abierta a todo público que su aplaudido debut. Sabe el material que tiene entre sus manos y lo saca adelante sin problemas.
Por su parte, Source Code cuenta con un destacado reparto, encabezado por Gyllenhaal que nos regala una solvente interpretación, con bastante intensidad y soltura en su rol. Un actor que ha logrado muy bien diversificar sus proyectos, haciendo obras de gran envergadura, papeles en comedias románticas, coqueteos con el drama y ahora se apodera de un joven uniformado que no sabe donde está parado y porque diablos tiene que asumir toda la responsabilidad de una situación complicada como la que se va dando con el correr de los minutos. Muy bien Gyllenhaal. Michelle Monaghan aporta ese toque de frescura que siempre brinda en la pantalla, una actriz que sabe muy bien sacar partido a su belleza y talento, participando siempre en películas interesantes y que le permitan ir subiendo escalón a escalón dentro del mercado del séptimo arte. Vera Farmiga está correcta en un papel que no le permite mucho lucimiento, caso similar de un Jeffrey Wright que aprovecha de buena manera sus escasos minutos en pantalla.
Source Code es un muy buen filme, se pasa un excelente momento observando una obra vibrante y llena de ritmo y agilidad. Quizás los fans más acérrimos de la ciencia ficción se queden con Moon, pero esta película también es disfrutable y como señalaba anteriormente, es más agradable al paladar del público en general, lo cual sirve bastante en la carrera de Jones. Una cinta completísima dentro de las exigencias que se le pueden hacer, y con algunas carencias en el guión que no entorpecen ni minimizan para nada la historia que se transmite. Uno de los mejores estrenos de lo que va de temporada.
Calificación: 8