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martes, 7 de junio de 2011

Crítica The Hangover Part II


Antes de escribir la reseña, me disculpo por tener abandonado el blog, es que mi trabajo me dejó sin mayor tiempo libre, pero ahora espero tener al menos una entrada cada semana.

Sobre la crítica en sí, recalcar que en mi opinión una comedia debe ser calificada en gran medida por la cantidad de risas que causó tanto en mi persona, como en la sala del cine donde la ví. Bajo ese parámetro, debo decir que la segunda parte de The Hangover, aprueba sin lugar a dudas, pues las risas se multiplicaban entre los espectadores y a su vez, muchas veces me reí con la aventura de este grupo bastante especial.

Stu, Phil y Doug se preparan para asistir al matrimonio del primero que se realizará en Tailandia. Sin embargo falta uno de los integrantes de la primera parte de la comedia: Alan. Esto se debe a que Stu no quiere invitarlo, debido a todos los sucesos ocurridos en el viaje que realizaron a Las Vegas por motivo de la despedida de soltero de Doug. él no quiere vivir nuevamete una situación así, por ende no lo quiere en la ceremonia. Sin embargo la presión de sus amigos para que invite a Alan, más el deseo de éste de ir, hacen que Stu lo autorice a ir a las paradisíacas playas asiáticas, sin imaginarse que nuevamente pasarían por una y mil historias, por culpa del hombre que aparece en el afiche de la película.

The Hangover Part II tiene una dualidad que le permite ser un filme aceptable. Como lado negativo, pierde mucha frescura y originalidad de su antecesora. Ya sabemos de inmediato, solo con saber el nombre del filme o con ver los rostros que participan en él, lo que sucedera. Es difícil sorprender igualmente, pues ya vivimos una disparatada aventura con este grupo de amigos. O sea todos sabemos al menos, algunas de las cosas que pasaran. Pero la película dirigida por Todd Phillips gana en familiaridad. Como sabemos quienes son esos personajes, ya conocemos como piensan y como actuan en las diversas situaciones que pasan. Sabemos que Stu es exagerado y que agranda todo. Sabemos que Alan se ríe de todo y parece que le da igual estar en todas las situaciones que aconcetecen, por peligrosas que sean. Y sabemos que Phil goza todo lo que pasa, le gusta meterse en este tipo de situaciones. Nosotros sabemos todo eso, y se logra generar esa complicidad entre personajes y público, que hace que los espectadores se conecten con el filme desde el primer minuto del metraje. Además hay que reconocer que muchas de las situaciones, por previsibles que sean, causan bastante risa. Quizás se nota el cambio de los guionistas y pierde agilidad la historia, pero gana en profundizar aún más en las relaciones y en la amistad entre todos los personajes. En ese sentido, el contexto del guión y la realización, es bastante positiva, pero en menor grado que la cinta original.

Donde gana la segunda parte a su antecesora, es en actuaciones. Bradley Cooper es quizás lo más bajo junto a Batha del filme, pero no desentona para nada, incluso la presencia de Phil es necesaria para la complicidad que se dan entre los personajes. Galifianakis demuestra una vez más que cuando logra dar con el papel correcto, demuestra un talento formidable para la comedia. Se luce en el papel de Alan, conoce el personaje y sabe cuando hace el realce humorístico. Quizás su personaje está mas caricaturizado que en la primera parte, pero eso no le impide brillar en el filme. Y Ed Helms, pese a lo sobreactuado que es su personaje, no su actuación, es el mejor del trío actoral. Tiene una facilidad impresionante para la comedia el particular Andy de The Office. Si Alan es el alma de The Hangover, el que permite que todas las cosas sucedan, es Stu. Sin él, The Hangover no tendría razón de vida y sería una comedia menor. Hay que estar atento igual con Helms, que pisará fuerte los próximos meses en materia cinéfila. Los secundarios son un lujo, Giamatti es un actor de primer nivel, Ken Jeong es hilarante a más no poder como Mr, Chow y Jefrrey Tambor es un genio de la comedia. Todos acompañan de muy buena manera al elenco principal, al igual que los personajes de la novia y la familia de la novia de Stu. Incluso el breve momento de Mike Tyson es para disfrutarlo, especialmente para los fans de la primera parte, como igualmente la seleción fotográfica final cuando termina el filme.



The Hangover Part II se disfruta bastante. Quizás no será la gran comedia de la temporada como fue hace dos años, pero sin lugar a dudas será una de las más valoradas y disfrutadas por el gran público. Se nota la compenetración de todo el equipo, lo que permite que cualquier debilidad del guión, pase a un segundo plano gracias a una mueca de Stu o la risa contagiante de Alan. O el mono que aparece en la imagen sobre este parrafo. La gente se ríe bastante y siente cariño por el trío protagónico. Y cuando eso ocurre, más de la mitad de la tarea ya esta hecha. La segunda parte cumple con lo que promete y está anunciada ya una tercera parte de la historia. Por el momento suena como una mala noticia, pues existe el temor que resulte una vergüenza para la saga, pero con este casting, difícil que resulte ser un mal filme. Es de esperar que siga manteniendo un nivel tan aceptable, como el de The Hangover Part II. Una vez más, este grupo de amigo se salen con la suya.

Calificación: 6,5

sábado, 23 de abril de 2011

Crítica It's Kind of a Funny Story


El ritmo actual de la vida puede volver loco a cualquiera. Sobre todo si eres menor de 18 años (yo no, pero el protagonista si). Estudios, postulación a la universidad, amistades, familia, novias y varias cosas más, le pueden complicar la vida a cualquiera. Ahora debe ser bastante el peso que tengas encima, para terminar en un siquiátrico. Filmes en lugares así hay varios, siendo el más conocido One Flew Over the Cuckoos's Next, con Jack Nicholson como estrella. Pero alejándonos del drama, el pasado año apareció esta pequeña comedia dramática sobre este particular mundo, y que deja una agradable sensación tras verla. El filme en cuestión, es It's Kind of a Funny Story.

Craig (Keir Gilchrist) es un joven confundido y deprimido. Está enamorado de la novia de su mejor amigo, no comprende del todo igualmente a sus amistades, no se relaciona bien con su padre y está a punto de ir a una universidad en la cual no quiere estar. Se encuentra en ese punto de la vida en que se da cuenta que no puede cumplir con la expectativas del resto, ni las suyas, por lo que luego de pensar en el suicidio, prefiere internarse en un siquiátrico, donde conocerá al interesante Bobby (Zack Galifianakis) y a la joven Noelle (Emma Roberts), junto a un innumerable grupo de internados en aquél lugar.

It's Kind of a Funny Story es una comedia bastante entretenida, pues si bien, en su origen tiene bastante drama, sabe equilibrar muy bien en todo momento ambos géneros, lo que permite al filme mantener un muy buen ritmo y no decaer jamás. El guión esta correcto, cumple a cabalidad con cada uno de los personajes, pues nos cierra la historia de cada uno de manera completa y ninguno de ellos sobran, todos cumplen a cabalidad con algún rol importante en la película. Los aspectos técnicos están muy bien, la música es certera, la dirección está bien lograda (el momento en que cantan Under Pressure de Queen es excelente), y en realidad no hay mucho que objetar en estos aspectos, pues no es lo primordial del filme, y no hay fallos en ese sentido tampoco.

Si lo anterior está correcto, pero no es tan importante para que sea éste un buen filme, en lo actoral si está lo central y lo importante para que la película funcione. Y esto se logra, porque cada uno de los actores cumple muy bien su rol, y además está muy bien escogido el reparto. Comienzo con un secundario, pero que está excelente y es el gran aporte del filme, quien sin lugar a dudas es Zach Galifianakis. A este actor, a quien le tengo una especie de amor-odio, porque tiene mucho talento, pero a veces no da con el tono del personaje o participa en películas que no son aporte para su carrera, acá su labor es digna de destacar. Maneja muy bien la dualidad cómica-seria, resultando creíble en todo momento. Logra equilibrar su personaje, demostrando que puede realizar roles más dramáticos, manteniendo siempre su cuota de comicidad. Siempre lo encontré como un interprete de personajes excenetricos o más grotescos, por asi decirlo, pero ahora veo que si tiene talento para otro tipo de roles. Muy bien Galifianakis. El resto esta igualmente correcto, al protagonista no lo conocía, y tiene el carisma necesario para llevar buena parte del peso de la trama, Emma Roberts también maneja de buena manera su personaje y Viola Davis en un rol pequeñísimo, como la directora del recinto , demuestra su solvencia habitual. Destacar de igual manera, más que por sus performances, por su aparición en la película como dato interesante, las presencias de Lauren Graham, Zoe Kravitz (hija de Lenny, el cantante) y de Jeremy Davis, el cientifico que hacía viajar en el tiempo a Desmond en Lost. Un muy buen reparto en general.



En palabras sencillas, It's Kind of a Funny Story es una excelente elección para ver cuando uno quiere pasar un momento agradable. Deja una buena sensación tras verla. Da un mensaje positivo, trata muy bien los temas, sin ser tan profundos en su análisis, y tampoco siendo tan superficiales. Equilibra de manera perfecta el drama con la comedia, y sin ser una película inolvidable, es un filme que se deja ver y querer. Es buena opción además para ver a Zach Galifianakis, actor cómico que será uno de los grandes nombres del género en los próximos años. El film dirigido y escrito por Ryan Fleck y Anna Boden (al igual que de la imprescindible Half Nelson), es una pequeña gran comedia, y una de las pocas aceptables de la temporada anterior. Vale la pena darle una mirada.

Calificación: 7,5

miércoles, 9 de febrero de 2011

Crítica Due Date


Después del éxito de The Hangover, con Globo de Oro incluído, el cineasta Todd Phillips (Old School) se embarcó en un nuevo proyecto, Due Date, una vez más en el mundo de la comedia. Y repite al actor Zach Galifianakis (Dinner for Schmucks) en un rol bastante similar a su anterior filme, más la presencia de un actor de peso como Robert Downey Jr (Zodiac). Por nombres es una película que promete varias risas. Veamos si es tan así o no.

Tras una serie de enredos en un avión momentos antes de despegar, son bajados a la fuerza Peter (Downey Jr), un hombre de negocios que viajaba a ver el nacimiento de su hijo, y Ethan (Galifianakis), un aspirante a actor de televisión con deseos furibundos de trabajar en la sitcom Two and Half Man. En realidad, es Ethan el culpable de todos los problemas que sucedieron, y pese al malestar que Peter siente sobre él, por diferentes causas se ve obligado a viajar en automovil con él más de tres mil kilometros para poder llegar a destino. Todo lo que acontece en este camino, es la trama central de la película.

Due Date cuenta con un guión algo flojo, no regala demasiados momentos de risa, y en algunos momentos el ritmo decae. Comparandolo con The Hangover, la cual fue escrita por otros guionistas, este filme resulta inferior. Hay escenas de mal gusto que en realidad no tenían mayor razón alguna de ser filmadas (lo que acontece con Ethan la primera noche en el automóvil, lo que causa la molestia de Peter), buscando una risa facil, siendo que en realidad no provoca mayor carcajada en el espectador. Además suma una presencia importante de reconocidos actores secundarios en participaciones muy pequeñas, las cuales tampoco aportan algun momento de humor significante (Danny McBride es la única excepción, y no es para tanto tampoco). Fueron desaprovechados totalmente. Eso si, por momentos logra Due Date su rol de entretener, más que nada por el oficio actoral de la dupla protagonista (generalmente Robert Downey Jr, del cual soy fan total), o algún breve momento de entretención causado por el guión. Como historia, el filme desaprueba. En entretención, cumple a medias solamente.

Actoralmente, el peso de la película recae en Robert Downey Jr. Si bien es cierto que la faceta humorística recae principalmente en Galifianakis, el actor de Ironman demuestra el oficio habitual para darle credibilidad a su personaje por surrealista que sea la situación que vive. Tiene el don de saber utilizar su seriedad como arma cómica, y sin la necesidad de hacer el ridículo, logra generar risas en el espectador. Ahora su pareja protagónica logra algunos momentos cumplir con su rol, pero se ve algo sobreactuado en ocasiones. Si bien tiene talento para el humor, creo que Galifianakis es todavía un actor en pleno proceso de crecimiento y todavía no logra un nivel más alto como para empezar a señalarlo como uno de los mejores actores cómicos de la actualidad. Le falta camino por recorrer y pese a que causa risa, teniendo al lado a un grande como Robert Downey Jr, se notan sus deficiencias, no estando a la altura de su compañero de labores. El resto del cast tiene una participación tan mínima, que solo con aparecer en pantalla es suficiente, y no da margen para que uno pueda juzgar su performance. Eso si, se agradece ver en pantalla a Jamie Foxx, Juliette Lewis, Michelle Monaghan y a Danny McBride. Hasta el director tiene su pequeña participación, pero viendo el resultado final, mejor que se dedique a trabajar detrás de las cámaras solamente. 


Leyendo lo escrito por mi anteriormente, quizás pueda sonar demasiada negativa mi reseña, pero tenía las expectativas altas con esta comedia. Eso si, debo reconocer que pase un buen momento viéndola, asi que el rol de entretención lo cumple, pese a que el resultado final pudo ser mejor. Al menos nos regala otra interesante y entretenida actuación de Robert Downey Jr, y es un paso más en la carrera de un Zach Galifianakis, el cual en unos años más quizás pueda llegar a ser uno de los grandes del humor en el cine. A los fanáticos de la comedia les gustará el filme. Pero a mi, el resultado final no me dejó satisfecho del todo.

Calificación: 5

miércoles, 5 de enero de 2011

Crítica Dinner for Schmucks


Primero que todo debo señalar que ví Le diner de cons o más conocida como La cena de los idiotas, comedia francesa de 1998 dirigida y escrita por Francis Veber, y la cual considero que es la mejor comedia de la década del 90. Como en Estados Unidos escasea la creatividad en el cine, especialmente en las comedias en los últimos años, llegó el turno de hacer el remake de este éxito del cine francés.

La película cuenta la historia de Tim (Paul Rudd), ejecutivo de una compañía que recibe la buena noticia de que será ascendido a un puesto entre los principales directores de la empresa. El problema es que primero debe acudir a una cena que acostumbran realizar los integrantes de la plana ejecutiva, en la cual todos invitan a un "idiota" para reirse de ellos. Así que Tim deberá buscar uno para poder dar una buena impresión y lograr tan ansiada recompensa. Y justo por azar, su camino se cruza con el de Barry (Steve Carell), quien justo calza en el perfil de persona que el protagonista necesita.

El gran problema de una adapatación de una obra ya realizada, es que quieran o no, aparece la comparación, y en este caso, Dinner for Schmucks sale perdiendo por goleada. No haré mayor comentario del filme galo pues espero realizar una reseña sobre ella más adelante, por lo tanto me remitire solo a comentar su remake. La película no genera demasiadas risas, se hace exageradamente larga (mínimo debió durar 30 minutos menos) y las actuaciones no destacan. No sabe aprovechar de buena manera el excelente guión que escribió Veber, y la variación que hacen los estadounidenses para realizar algo más diferente, que tenga vida propia, no termina de encajar del todo. Es muy correcta políticamente hablando, por lo cual la supuesta "idiotez" de los personajes no es aprovechada. En vez de ser parte importante, termina siendo solo algo anécdotico, que no causa demasiada gracia.

El director Jay Roach (el mismo de Meet the Parents) no sabe aprovechar el excelente cast que tiene a mano, demostrando una vez más que no logra buenos resultados con las comedias, siendo su única obra interesante a la fecha el film de tintes políticos para la televisión Recount. Zach Galifianakis realiza de mala manera su personaje secundario, no resulta creible para nada, caricaturizándolo al máximo, sin generar mayores risas. Paul Rudd está como siempre, no brilla ni desentona. Lo único rescatable resulta ser Steve Carell. Sin lograr brillar, crea un personaje ingenuo y querible, del cual uno se rie no de él, sino de las situaciones que le suceden, manteniendo siempre a Barry con la frente en alto, pase lo que pase. Sabe darle una personalidad propia, diferente al de la versión original. El problema es que el guión no lo acompaña, por lo cual no permite un mayor lucimiento de sus cualidades como comediante. Lucy Punch, quien goza de pocos minutos en pantalla, es el segundo punto bueno del filme. Pero más allá, no hay que destacar.


En síntesis, si no ve Dinner for Schmucks, no se pierde nada del otro mundo. Recomendable solo si no a visto la película original y si es fan de Steve Carell. Pero ya es hora de que el actor de la serie The Office empiece a elegir mejor sus papeles, pues si sigue realizando obras como estas, no demostrará nunca del todo en la pantalla grande las condiciones de sobra que tiene, para convertirse en la gran estrella de la comedia norteamericana.

Calificación: 3